Los X-Wing de 'Star Wars' volaron de verdad: en realidad eran drones de Boeing que nunca llegaron a producirse
Los míticos cazas rebeldes de Star Wars parecen sacados de un sueño de ciencia ficción. Sin embargo, hace unos años dos de ellos surcaron el cielo en un espectáculo que sorprendió a los fans. ¿La realidad? No eran naves espaciales, sino prototipos de drones de carga de Boeing transformados en réplicas de los X-Wing.
De vehículo experimental a truco publicitario
Boeing, a través de su división NeXt, desarrolló varios drones eléctricos de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL), entre ellos el Cargo Air Vehicle CV2. Aunque su propósito inicial era transportar mercancía de hasta 227 kilos, dos unidades fueron modificadas con un fuselaje idéntico al del famoso T-65B X-Wing para participar en la inauguración de la atracción Rise of the Resistance en Disney World (Orlando, Florida), en diciembre de 2019.
Los asistentes al evento vieron cómo estas aeronaves, manejadas de forma remota, imitaban lo más fielmente posible a las naves rebeldes que destruyeron la Estrella de la Muerte en la saga. Fue un despliegue de marketing espectacular, aunque no logró salvar a Boeing NeXt ni al propio proyecto CV2.
Mucho más pequeños que en la ficción
Aunque visualmente impactantes, estos drones estaban lejos de las dimensiones y capacidades de los X-Wing del universo de George Lucas. Los modelos cinematográficos medían unos 12 metros de largo y 11 de envergadura, mientras que los Boeing modificados alcanzaban apenas 5,3 metros de longitud y 6,1 de ancho.
En cuanto a la propulsión, las diferencias eran aún mayores: en lugar de hiperimpulsores y motores de fusión, los CV2 confiaban en 12 hélices eléctricas de 128 kW cada una. Para completar la ilusión, se añadieron paneles blancos, alas con falsos cañones láser y cabinas ficticias, aunque sin espacio para un piloto real.
Un proyecto que nunca despegó
El CV2 realizó alrededor de 150 vuelos de prueba desde 2018, pero pronto mostró sus limitaciones: autonomía reducida, dificultad de certificación y un marco legal inexistente para drones de ese tamaño. Incluso sufrió un accidente en Texas en 2019 debido a condiciones de viento, lo que terminó por sellar su destino.
La crisis de Boeing en 2020, marcada por el escándalo del 737 Max y las pérdidas de la pandemia, llevó al cierre de su división NeXt. El CV2 quedó así como una curiosidad tecnológica que jamás llegó a comercializarse.
Un legado de museo
De todo aquel esfuerzo, lo más recordado son precisamente los drones camuflados de X-Wing. Una de esas dos unidades puede contemplarse hoy en la exposición de aeronaves de vuelo vertical del Steven F. Udvar-Hazy Center, anexo del Museo Nacional del Aire y del Espacio de Estados Unidos, en Virginia.
Quizá nunca viajaron al hiperespacio, pero por unos minutos hicieron soñar a cientos de personas con que los X-Wing podían existir fuera de la pantalla.
Fuente: Motorpasión
