Un diseño renovado de plano

Aunque en esencia sigue siendo un utilitario del segmento B, el nuevo i20 presenta una silueta totalmente reformulada. El parabrisas adopta montantes más verticales, mientras que el techo muestra una caída más recta, generando una sensación de carrocería “flotante”.
La ventanilla trasera se sitúa más alta, lo que comporta la desaparición del cristal fijo del pilar trasero. Además, los faros delanteros abandona­n su diseño previo más afilado y se elevan, integrando una firma lumínica tipo flecha, con un listón luminoso que une ambas ópticas. La parrilla, por su parte, se muestra más comedida en volumen pero con malla interior de tipo alveolar y, en su zaga, destacan pilotos más finos unidos por una banda luminosa.
En conjunto, Hyundai busca un equilibrio entre elegancia y deportividad, consciente de que el número de rivales directos se reduce, por lo que ha querido “meter en la mesa” una buena dosis de atractivo visual.

Interior tecnológico y motores conocidos (más uno nuevo)

El habitáculo del nuevo i20 da un salto cualitativo al alinearse con sus hermanos mayores: contará con dos grandes pantallas digitales, una para la instrumentación y otra para el sistema multimedia. Además, promete un interior más espacioso, mayor conectividad, confort mejorado y una avanzada dotación de asistentes de conducción.
En el apartado mecánico, la oferta arranca con el motor de tres cilindros, 1.0 litro turbo con hibridación ligera de 48 V y unos 100 CV, disponible tanto con cambio manual como automático. Pero además, se anticipa la aparición de una variante híbrida “auto-recargable” con alrededor de 130 CV como tope de gama.

La presentación del nuevo i20 está prevista para la segunda mitad de 2026, y las ventas arrancarían casi al inicio de 2027.