iPhone 17 Pro Max: un salto que no se ve de inmediato, pero se siente
Después de probar el iPhone 17 Pro Max como mi dispositivo principal durante una semana, tengo claro que este modelo se mueve en la línea de continuidad de Apple, con mejoras puntuales que sí marcan diferencia, aunque no siempre sean llamativas a simple vista.
Diseño: elegancia redondeada y carcasa unibody
El iPhone 17 Pro Max abandona los bordes rectos al estilo “marco plano” para volver a líneas más suaves y redondeadas que recuerdan al diseño de generaciones anteriores como el iPhone 6. Esa transición visual y táctil es posiblemente uno de los cambios más notables de esta versión.
La parte trasera combina aluminio con un panel de cristal bajo la zona de carga inalámbrica, manteniendo protección IP68 para resistencia al agua y al polvo. Eso sí: el módulo de cámaras sobresale, lo que provoca que el terminal cojee ligeramente sobre superficies planas.
Por cierto, una pequeña polémica ha surgido: la parte superior del módulo de cámara se raya con relativa facilidad. Apple lo atribuye a una transferencia de material MagSafe y ha asegurado que no es desgaste del cristal en sí. Sin embargo, los bordes del módulo sí han mostrado marcas permanentes.
Pantalla y sonido: apartados sobresalientes
La pantalla es un OLED de 6,9 pulgadas, con tecnología LTPO y tasa de refresco variable (1-120 Hz). Tiene una resolución muy buena, densidad de píxeles detallada y, especialmente, un pico de brillo de 3.000 nits que lo hace destacar en exteriores. Aunque la mejora no es radical frente al modelo anterior, en situaciones de mucha luz sí se aprecia la diferencia.
En cuanto al audio, los altavoces siguen siendo de los mejores en un smartphone. Tienen cuerpo, buen nivel de graves y claridad, y las mejoras de micrófonos también ayudan para grabar vídeos o llamadas. Muy superior al uso común en interiores o cuando no llevas auriculares.
Rendimiento y temperatura: potencia bien gestionada
Con el nuevo chip A19 Pro, 12 GB de RAM, GPU de varios núcleos y mejoras internas como la cámara de vapor, el dispositivo se comporta magníficamente. Juegos exigentes, grabación de vídeos, edición: todo va fluido y sin grandes caídas de rendimiento.
Aunque el cuerpo se calienta (algo bastante común en estos teléfonos), el calor ya no está tan localizado: el nuevo diseño ayuda a repartirlo mejor, y no he notado bajadas de rendimiento perceptibles durante tareas largas.
Batería y carga: autonomía sólida
La capacidad estimada de la batería es de alrededor de 4.832 mAh, suficiente para ofrecer un uso intensivo sin preocuparse demasiado por quedarte tirado al final del día.
En mis pruebas, el consumo ha sido razonable: horas de pantalla, uso intensivo de cámara, exteriores con brillo alto… y el móvil aguanta bien. La carga rápida será un área en la que muchos esperaban más: Apple no alcanza los estándares más rápidos del mercado, aunque lo que ofrece cumple.
Cámaras: versatilidad con matices
Apple continúa con su apuesta por la consistencia más que por la espectacularidad:
Sensor principal de 48 Mpx con buena estabilización y calidad realista en condiciones variadas. Colores equilibrados, buen rango dinámico.
Gran angular mejorado en resolución, aunque pierde detalle de noche frente al sensor principal.
Teleobjetivo óptico 4x, acompañado de zoom híbrido hasta 8x. Más versátil que el modelo anterior con 5x, aunque ciertos escenarios interiores muestran debilidades notables en enfoque y detalle.
El apartado de vídeo también es sólido, con modos Pro, LOG, y buen rendimiento en movimientos. Para quienes editan o quieren capturar momentos exigentes, las cámaras cumplen, aunque no sorprenden.
Software: iOS 26 y “Apple Intelligence”
El nuevo sistema operativo trae cambios estéticos (más transparencias, efectos visuales, retoques en la interfaz) y mejoras funcionales, sobre todo en accesibilidad. Apple ha incorporado su ecosistema de IA de forma gradual: funciones de búsqueda visual, mejor comprensión del contexto, traducción, etc., aunque no de forma tan extensiva o radical como algunos competidores.
En general, iOS 26 hace que el teléfono se sienta fresco, pero sin perder mucha de la familiaridad que caracteriza a las versiones anteriores.
Veredicto: ¿vale la pena?
El iPhone 17 Pro Max no revoluciona el catálogo, pero sí refina lo que ya era muy bueno. Si buscas lo más puntero de Apple en diseño, pantalla, audio, fotografía y rendimiento, este modelo cumple con creces. Pero si esperabas cambios drásticos —una gran revolución en las cámaras, carga ultra rápida o un diseño enteramente nuevo—, quizá te resulte suficiente con la versión anterior o con otros modelos de la gama Pro.
Por lo pronto, para quienes pueden permitírselo, el iPhone 17 Pro Max representa lo mejor del conjunto que Apple puede ofrecer hoy: potencia, refinamiento y confianza en el ecosistema.
Fuente: Xataka
